HOY 5 DE FEBRERO DEL 2008
2006:
Una funcionaria de la gerencia de Análisis e Información Geográfica en CONATEL, Ana Beatriz Díaz, invito al colectivo de Huayra a capacitar a la institución donde labora a realizar un documental sobre la problemática minera en el municipio Lobatera del estado Táchira. Huayra hacia tiempo que no le trabajaba a ninguna institución gubernamental especialmente en el área de las comunicaciones donde la contrarrevolución labora a sus anchas sin que nadie les de un parado, comenzando desde el comandante Chávez, a pesar de todo, los colectivos huayreños trabajamos por la condiciones subjetivas de un proceso de cambio desde muchísimo tiempo atrás y por lo tanto acepta, tutelar la experiencia propuesta por Ana Beatriz Díaz y confirmada por su superior Jessica Gil. Nuestro colectivo genera sus propios ingresos y de vez en cuando al gobierno se le cae una migaja y nos da algo para continuar el trabajo de base. Este es uno de esos casos. Huayra aceptó porque de esta manera podíamos continuar una antiguo investigación sobre la historia de los comuneros en Venezuela. Además, de poder transferir tecnología propia y capacitar a la comunidad local (Las Minas, Borotal, Lobatera, Michelena, etc.) como es la de filmar con equipos ligeros, hacer cine foros interactivos, probar nuevos equipos: Microondas para enlaces en vivo hecho con componentes electrónicos tirados a la basura en las calles, transmisores portátiles, celulares adaptados al trabajo de campo y equipos de iluminación para zonas como la minería. Desde Julio del 2006 la gente del Cine Móvil Huayra: Manuel Lucena, Beatriz Nunes, Loreint Hernández, Nelson Suares y Juan Hernández se entregaron al trabajo en CONATEL para capacitar al personal vinculado al proyecto en cuanto a las técnicas del documentalismo minero militante, el cual Huayra tiene amplia experiencia desde los años 70 (Proyecto iniciado por el desaparecido Centro de Excursionismo Huayra a través del programa de espeleología en 1978. Se alquilaron equipos y se utilizó la propia infraestructura del Cine Móvil Huayra hasta la saciedad. Extrañamente el proyecto en ese tiempo no fue financiado a pesar de que CONATEL nos ofreció un pago (que Huayra no había solicitado). Nos puso a firmar un contrato (que no pedimos porque no creemos en la palabra escrita del hombre de gobierno).
Increíblemente el proyecto fue aprobado dos días antes de terminar según lo estipulaba las condiciones redactadas por dicha institución, todo un surrealismo.
1. articular la comunidad con el grupo, ya que la gente de los pueblos al oír que veníamos por CONATEL nos cerraban las puertas en las narices pero cuando aclarábamos que el grupo es de Huayra, lográbamos la confianza necesaria para seguir el proyecto.
2. Logramos recuperara información en cuanto a formas de organización comunal.
3. Recuperamos elementos de identidad para convertir la problemática ambiental en una estrategia intercultural de lucha (de ahí que el documental que hicimos se llama Las Minas “Identidad oculta”)
4. Se desarrollo un cine por celulares para difundir de inmediato por Video
5. Foros interactivos, previa capacitación a través de laptos.
6. Nos integramos a los mineros, es decir, mientras ellos se filmaban en su cotidianidad a
7. Logramos articular a la comunidad especialmente a las mujeres en cuanto a las condiciones laborales de sus esposos.
En fin esta experiencia fue brutal quedamos con las manos desolladas y los pulmones enfermos (especialmente Juan Hernández), pero se logro el objetivo: los mineros aprendieron a trabajar cine con los recursos que tenían y usar los celulares como cámaras, aprendieron a editar en el mismo sitio y a realizar cine foros con la comunidad local de forma inmediata a la edición. Aprendieron a comprender cuan importante es la memoria colectiva como arma ideológica que permitiría entender al cine como instrumento político de formación audiovisual. Aprendieron las técnicas de Huayra para articular la comunidad: comités vecinales autogestionarios, cooperativas posibles, grupos de telecomunicación móviles, etc. El grupo de Huayra probó nuevos prototipos de transmisión de imágenes y sonoros hecho por nosotros con latas de sardinas para que activistas locales aprendieran como armar una televisora itinerante. Esta tecnología fue cuidadosamente activada sin informársela a la gente de CONATEL (las cual seguramente la plagiaria como siempre lo han hecho todo funcionario gubernamental acostumbrado a la rutina del escritorio y a mandar a los demás) lo que nos enseño a lidiar con gente que ideológicamente no comparte los proceso revolucionarios actuales. En fin, la experiencia fue articuladora y muy generadora de procesos para el Huayra y para la comunidad, además de renovar paradigmas en cuando a la identidad biogeográfica y a la interculturalidad.
A nuestro regreso en el 2007, luego de semanas de vivir comiendo, cagando y durmiendo dentro de una mina a cientos de metros de profundidad, regresamos a Caracas y nos encontramos una nueva gerencia en CONATEL, estaba totalmente transformada, acciones propias del caudillismo burocrático.
La gente estaba intimidada, atemorizada, no sabían a quienes iban a votar o a cambiar, cosa que no pasaba con los escuálidos que estaban tranquilos y contentos discretamente, ya que sabían que se iban a detener cualquier actividad política a nivel revolucionario, como siempre pasa. Dicho y hecho, nadie reconoció nuestro trabajo empezando por Jessy Chacon que ya no nos conocía (Eso si, en el 2002 en plena época de golpes si sabia quienes éramos nosotros). Archivaron nuestro material, las funcionarias que fueron con nosotros nos confiscaron el material fílmico. El nuevo personal instaurado por Jessy Chacon actuaba de una forma tan reaccionaria que comenzando por el propio Jessy Chacon cambiaron la imagen de CONATEL. Todo el mundo ahora andaba con palto, corbata como si fueran empleados de Hotel (así eran en la época de la primera Gestión de Jessy. Armaron un tarantín ¿artístico para evitar el acceso de manifestantes? a la entrada de CONATEL que los de huayra nos imaginamos que alguien se metió una bola de dinero con la pseudo escultura. Mandaron a quitar todos los afiches y demás símbolos que aludieran al Che Guevara, a Fidel Castro, a la revolución bolivariana etc. que los pocos avistas que laboran en las oficinas de CONATEL habían colocado. En fin el pueblo desconoce lamentablemente como funciona estas instituciones que son del pueblo que paga. Incluso nos paraban en la entrada de CONATEL ahora, porque teníamos el pelo largo o usábamos pantalones rotos. Tuvimos que afeitarnos y montarnos un maquillaje para poder tener acceso y recuperar toda la bibliografía y documentos que dejamos de Huayra en CONATEL para consulta durante los Talleres que facilitamos en el 2006 para el proyecto de Las Minas. En fin, el final de esta historia fue patética: Un Empleado de Jessy Chacon, Gerardo Mantilla de la gerencia de Análisis e Información Geográfica de CONATEL en el año 2006(que ya no estaba gerenciala por Jessica Gil) le contesto a Juan Manuel Hernández y a Nelson Suares de Huayra que ….¿ganaba CONATEL con proyecticos que tratan sobre minería y ambiente?.... hay que analizar si la institución esta en la obligación de cubrir los gastos generados por el documental "Las Minas” en Lobatera, edo Táchira. Esta respuesta no ameritaba ni siquiera que le discutiéramos, ¡pa que!, nadie va a cambiar esa decisión. Así labora la institución. Y el colmo es que fue una solicitud hecha por CONATEL a Huayra para continuar un proyecto ideado en las oficinas de la institución. Quedamos estafados como siempre a causa de nuestra militancia mientras que a Jessy Chacon en su ambigüedad ideológica es premiado con otro ministerio por Chávez, no sabemos si es por decisión del comandante o por presión de las fuerzas revisionistas que maneja el estado burgués. Pero una cosa es segura, esta forma de laborar es lo que lleva al clientelismo y/o caudillismo tecnócrata. CONATEL continúa siendo una empresa corporativa al servicio de las multinacionales de las telecomunicaciones: DirectTV-Radio Caracas, Venevisión, Intercable, Telcel, etc. Pero que podemos hacer nosotros desde Huayra, ¡nada! Seguir con nuestro trabajo revolucionario de tratar de seguir mantenido a la reacción en la raya, continuar consolidando los pocos logros reales y tangibles que hemos logramos en el periodo Chavista, e impulsar nuevas luchas que nos lleven a transformar a Venezuela profundamente. Aquí en Huayra ya sabemos que CONATEL nos estafo, lo que no sabíamos es que volveríamos a caer con otra dependencia del ministerio de Jessy Chacon CNTI-Centro Nacional de telecomunicaciones e Información, otro bodrio para continuar sacando dinero al estado sin que el pueblo lo sepa, pero eso es otra historia que contaremos próximamente, Mientras tanto, salvamos parte del material audiovisual de las Minas gracias a que filmábamos con otro equipo que los funcionarios de CONATEL no detectaron en el transcurso de la filmación lo que nos permite seguir trabajando el tema de las minas de carbón y la corrupción gubernamental, donde le poder y el dinero es la verdadera meta, el estado se autodestruye a si mismo y vuelve a renacer con otros funcionarios. La problemática ambiental y el tema de la identidad para nosotros fue un nuevo insumo de trabajo. Para otras experiencias u otros colectivos. Logramos tambien que las comunidades donde trabajábamos se quedaran con el material que producimos y desarrollamos. De ahí que desconfiamos de los entes gubernamentales y de aquellas organizaciones que pactan con ellas, de ahí que el actual modelo de medios comunitarios perdió el norte,
es un esperpento más para acceder a prebendas del poder. Estas radios, televisoras, prensa alternativa y producciones independientes son solamente pretextos para acceder un espacio mientras decapitan a quien se les atraviesa en su camino, mientras la problemática social y política, además de la ambiental que arropa actualmente a estas dos se puede observar en este correo que nos fue enviado y que estimulo a informar plenamente a la colectividad de porque Huayra trabaja como trabaja hoy 5 de febrero del 2005.
Cine foro itinerante del Cine Móvil Huayra
LA HOJA de mancuso 4-2-08
Ilusión y desastre
La explotación de los recursos naturales del planeta genera ilusión y desastre, sin importar el lugar donde se desarrollen; no es la forma, sino el fondo de esas
explotaciones, lo que genera el desastre siguiente a la ilusión inicial.
Todas las grandes explotaciones mineras, se inician con el discurso mentiroso de siempre: empleo, mejoramiento del nivel de vida, aporte para el país, conservación del medio ambiente.
Logrado el objetivo inicial que es el de comenzar los trabajos, se ve, al poco tiempo, que las fuentes de trabajo son ocupadas por extranjeros, son pocas o mal remuneradas y las consecuencias las pagan todos: contaminación ambiental, enfermedades que solventan los municipios,degradación del suelo, falta de agua, modificación de las costumbres, corrupción, prostitución, delincuencia.
En fin, que para darle beneficio a unas pocas empresas extranjeras, las sociedades locales, pierden en nivel de vida y habitat.
Esto sucede en América, África o Europa, impulsadas por los aumentos en el precio de los metales, las mineradoras están llevando a cabo un avance en todo el mundo, dejando a las poblaciones(los que quedan) en condiciones de precariedad y abandono.
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