sábado, 1 de marzo de 2008

Viceministro Bernard Mommer: "Mientras no se acabara la vieja Pdvsa, Chávez no iba a poder gobernar"


Un análisis concienzudo del pasado y presente de nuestra principal industria

"La vieja Pdvsa era antiadeca y anticopeyana antes de ser antichavista"

A cinco años de un sabotaje petrolero de grandes proporciones, la recuperación de la principal industria nacional, lleva implícito el ingrediente del Socialismo petrolero para beneficio de la población. Amenazas como la de Exxon Mobil, la Apertura Petrolera, y el nivel de excelencia de la vieja administración, mitos que se aclaran en voz de un testigo excepcional

Por: Yorkman Reinoso Ika

En una contundente entrevista, el viceministro de hidrocarburos del Ministerio del Poder Popular para la Energía y Petróleo, Bernard Mommer, considerado uno de los mejores especialistas en el área energética, deja de lado los tecnicismos propios de la jerga económica y el manejo de cifras. Con un lenguaje sincero y sin tapujos, aclara malos entendidos y rompe muchos mitos que aún persisten sobre el antes y después de la mayor industria nacional. Amante de la didáctica, gracias a su condición de profesor, desenmascara y rompe la creencia de que todo tiempo pasado fue mejor, y nos ofrece razones irrefutables de por qué la nueva Pdvsa es mejor que aquella que se llegó a considerar un "Estado dentro del Estado”. Acompáñenos en este recorrido con un hombre que fue testigo fiel del manejo desmedido de la riqueza petrolera y que funge ahora como férreo defensor de la soberanía energética nacional ante amenazas como la de la trasnacional Exxon Mobil.

Viceministro, siendo directos, luego de cinco años ¿Qué diferencias hay entre la vieja y la nueva Pdvsa?
Es una pregunta bastante compleja. Yo diría que lo que definía a la vieja Pdvsa es que tenía una agenda, una agenda secreta. ¿En qué consistía esa agenda? En primer lugar minimizar el ingreso fiscal petrolero. ¿Cómo? llevando a la mínima expresión la regalía, figura emblemática de cómo se paga una propiedad. La vieja Pdvsa nos negaba el derecho a la propiedad nacional, y gracias a esa agenda, de donde parte ese incipiente uno por ciento que pagaban las trasnacionales, un porcentaje nacional que se pagaba en los viejos tiempos, fomentaron una estrategia antinacionalista que regalaba nuestro producto.

Por otro lado, hicieron la licitación de ingreso y de ganancia compartida, de donde esperaban mucha rentabilidad, algo que ocultaban en concordancia con sus socios para “demostrar” pérdidas y ajustar la regalía a ese uno por ciento que te dije. Es decir, el barril no tenía que ser marginal para eliminar la regalía. El proyecto “Araguaney”, que pretendía bajar aún más las regalías, representaba esa continuidad y la negación de la propiedad nacional y del recurso natural, de nuestra soberanía, eso es lo que marca la mayor diferencia entre ambas formas de llevar nuestra principal industria. La nueva Pdvsa tiene un compromiso muy claro, de hecho de cada tres barriles uno va al fisco, una política de mantener ingresos para el beneficio de los venezolanos.

¿Qué tiene que decir en cuanto a la gerencia?
De eso es bueno hablar, porque allí se desarrollaba una política encubierta, los manejos se daban como si el Estado no existiera, el Gobierno era prácticamente un “socio” de la alta gerencia, funcionaba en paralelo, hacían negociaciones propias…

¿Pero no se habla de excesiva ingerencia gubernamental en la nueva Pdvsa?
No, lo que pasa es que el ministerio realiza una fiscalización, o supervisión. La empresa pasó a ser una empresa del Estado, no una nacional con apariencia y funcionamiento de empresa privada, totalmente de figura mercantil, con trenes ejecutivos idénticos los de las trasnacionales, donde esta gente se regodeaba en sus “sueños corporativos”. Para ellos el concepto de Pdvsa debía ser de carácter privado, para nada nacionalista.

El nuevo concepto es con base en la soberanía y el orgullo de ser una empresa de Estado, que entiende su rol y el valor real del petróleo, un valor extraordinario que no puede estar en manos ajenas a las nacionales. ¿Diferencias? Hablando de diferencias hay muchas. Sin embargo, no es correcto decir “esto es y con esto terminó”. Las trasnacionales seguían acostumbradas a pagar regalías bajas y hacer lo que mejor les convenía. Por eso el caso de Exxon es un ejemplo de la nueva política petrolera, porque negociaban con gente que estaba mal acostumbrada durante 25 años de administración entreguista. La nueva Pdvsa le dijo a esta gente “no, no, no, usted no puede pagar y darse el vuelto”.

Entonces, la frase de “Estado dentro del Estado”, que se le achacó a la vieja Pdvsa, no estaba muy lejos de la realidad
Exacto, estos venezolanos disponían a su merced de los bienes y manejo de la industria. En el “Estado dentro del Estado” se ve cómo la vieja Pdvsa se reservó el derecho de administrar el recurso petrolero, de promover las regalías bajas y adjudicar tierras o parcelas a empresas privadas, dándoles garantías por encima del Estado soberano. Un panorama triste de cómo se estaba desangrando nuestra riqueza, algo que con Chávez o sin él, hubiese sido del conocimiento del pueblo tarde o temprano, la nación se iba a resentir, gracias a Dios le tocó al Presidente Chávez la misión de recuperarla para los venezolanos.

¿Pero, no fue muy costosa esa recuperación de nuestra principal industria?
La vieja gerencia de Pdvsa se preparó para dar la batalla a la misión del Presidente usando los contratos, para que el Estado no pudiera reaccionar, con cláusulas de arbitraje, avaladas por la Cámara Internacional de Comercio autorizadas por el extinto Congreso Nacional, que favorecían a las empresas privadas en caso de querer el Estado aplicar su soberanía legitima, so amenaza de pago de gigantescas indemnizaciones. Una forma inteligente de neutralizar la acción gubernamental, ellos decían “si el Estado hace algo que no nos gusta yo te garantizo la indemnización”, ¿y cómo la garantizaban? Esa garantía pasaba por algún poder que compensaba, una estructura que se ayudaba con la fase previa de internacionalización.

Es decir, ¿Las amenazas se cernían sobre la garantía de Pdvsa como empresa para forzar la no participación estatal?
Claro, la garantía de Pdvsa no vale nada si la empresa no tiene bienes en el exterior, porque está bien que gane el arbitraje pero si no tiene bienes la compañía, ¿cómo le cobro? Lo que está aplicando actualmente la Exxon, dirigidos a exigir el congelamiento de los bienes en el exterior de Pdvsa. Es como tomar un “rehén” para obligarte a pagar el “secuestro”, un “libreto” de la apertura petrolera que nos forzaba a rendirnos ante las exigencias de las trasnacionales. Si la compañía da garantías a la empresa privada sobre la soberanía nacional, por supuesto que es un Estado dentro del Estado, porque están privando otros intereses diferentes a los nacionales.

Ya que menciona la frase “apertura petrolera”, desde la oposición se dice que éste es un “mal necesario” del cual no puede prescindir la política energética venezolana. ¿Tiene sustento esta afirmación?
Bueno, hasta cierto punto yo diría que ésta ha sido una decisión convalidada por el presidente Chávez en el sentido de impulsar la creación de las empresas mixtas, no se le ha cerrado la puerta al sector privado. Pero lo que no se permite en la nueva administración es que se tome a Pdvsa como “Rehén”, no podemos permitir que un socio nos haga eso por encima de la soberanía. Ahora todo cambió, se hace valer la mayoría accionaria, y la figura de la empresa mixta excluye cualquier arbitraje para Venezuela, un elemento determinado en la nueva concepción de la industria. Nos conviene una apertura, pero apegada a las reglas nuestras, soberanas, no un socio privado que quiera imponer las suyas.

¿Es ese un mal que se heredó de la nacionalización del 76?
Nuestra experiencia histórica nos muestra que la nacionalización llevada a cabo en los años setenta se hizo muy mal, fue algo que se escapó del control del Estado. No fue garantía de control, se quería era controlar el recurso petrolero por la bonanza económica. El error no está en la nacionalización, sino en la mercantilización de la industria, sólo se hablaba de cuánto ganó o perdió Pdvsa. Te recuerdo que hasta el año 96 Pdvsa no pagó impuestos (ISRL).

Sin embargo, la vieja Pdvsa registró grandes ganancias
Sí, pero eso no es indicativo de eficiencia, el Estado no disponía de lo real para redistribuir esa riqueza en la población. La ganancia no era la muestra real de lo que significaba Pdvsa, era una mera compañía comercial, eso sí, se valieron de todo ese recurso para vanagloriar la supuesta excelencia administrativa y productiva de la industria, de empresa global y determinante en el escenario energético, es más la CVP, (Corporación Venezolana de Petróleo) era un instituto autónomo, como en el caso de Pemex (Petróleo Mexicano) en el que de hecho hay una sociedad de un solo “socio”, todas precursoras de un lenguaje en contra del Estado. Esa Pdvsa argumentaba que si se metía el Estado la industria se iría abajo, Pdvsa era antiadeco, anticopeyano antes de ser antichavista.

¿Pero eso no suena como si la vieja Pdvsa fuera ajena a cualquier compromiso ideológico o político?
A cualquiera le puede sonar igual, te cuento, yo participé en cursos de visión corporativa pagados por la industria, donde te enseñaban a tener una posición antiestatal, te impulsaban a tener aversión por el Estado, te decían que él sería el causante de la caída de la industria porque traería la burocracia, mala administración, que nos iban a arruinar pues. Propaganda directa en contra del Estado, todo eso llevó a un dicho muy odioso “Pdvsa, una empresa del primer mundo enclavada en un país del tercer mundo”. ¡Por Dios! era un mundo aparte, sobre todo porque si analizas los negocios que hizo la vieja gerencia, sí se podían calificar de “tercermundistas”, sólo miremos lo de Exxon, Shell…

Pero esa “vieja casta” argumenta que dejó una infraestructura y yacimientos abiertos que le dan a Pdvsa una formidable base de reservas de cara al futuro
¡Nada de eso! ¿Los yacimientos de quién son? ¿De Pdvsa? No, del Estado, de los venezolanos. Mucha gente siempre dice que Pdvsa tiene tantas reservas, y yo siempre insisto en decirles que es la nación la que tiene las reservas, Pdvsa tiene es la asignación de explotarlas…

¿Entonces, podemos hablar de diferencias entre Exxon Mobil y Pdvsa?
Claro, Pdvsa tiene petróleo porque el Estado tiene el acceso a los yacimientos y Exxon no. ¿Que ellos tienen la tecnología? Perfecto, pero el petróleo no se levanta, se produce, se extrae, ellos no tienen petróleo porque no son un país petrolero, son una trasnacional del crudo…

¿No es la tecnología un “punto flaco” de nuestra industria?
Quizás, pero por el momento Venezuela está en la búsqueda de consolidar una tecnología que no esté condicionada a normas que afecten nuestra soberanía, como pasa con el caso de la faja (Faja Petrolífera del Orinoco), blanco de alegatos de las trasnacionales sobre que el petróleo venezolano es súper pesado y de difícil extracción, que amerita mucha inversión, que el bitumen no representa tan buen negocio.

Ya que menciona el bitumen, sobre él pesan muchos argumentos que quizá no le confieren valor real. ¿Qué hay detrás de todo esto?
Bueno primero voy a aclarar la diferencia que hay entre el bitumen natural y el llamado petróleo extra pesado. ¿Sabes cuál es? La misma que hay entre el agua y el hielo, ninguna, sólo varía la temperatura, te explico. Si tú tienes un lago (helado) para sacarle agua tienes que romper el hielo, con un hacha o un pico. Entonces si es bitumen natural no fluye, si es extra pesado fluye, y eso cambia toda la tecnología de producción. Por ejemplo, en Canadá sí hay bitumen, que requiere una tecnología poderosa para extraerlo, la diferencia química puede ser nula, pero es como te digo, hielo y agua, la misma naturaleza. Que sea más fácil extraer un líquido no es un secreto.

¿Entonces, no es válido el argumento de mayor inversión económica y en infraestructura para extraer bitumen?
Eso es parte de una mitología a la cual el Presidente le puso fin en su último programa en donde abrió un grifo y sacó una muestra, que fluyo como “mermelada”. Claro tampoco salió como un chorro porque ya estaba arriba. Reitero no es un problema químico, ¿qué es el H20 (Agua)? ¿Un gas? ¿Un químico? ¿Un sólido? Yo puedo responder con base en la temperatura ¿cómo? Pues les digo por encima de 100 es un gas, debajo de cero es un sólido, menos de cien es un líquido. Todo lo que rodea al bitumen es un mito, que llevó a conferirle (a la Faja petrolífera del Orinoco) el “título” de “Faja bituminosa”, marco perfecto para decir que no valía y salió el “cuento” de la orimulsión porque, supuestamente, era sólido como un carbón. El caso canadiense es diferente, es un país expuesto a bajas temperaturas y en donde sí se hace difícil la extracción de bitumen, y sin embargo lo hacen.

¿Quiere decir que el bitumen sí tiene lugar preponderante en la nueva Pdvsa?
Por supuesto, con el tiempo vamos a ver una tecnología de mejoramiento en la refinación, el mejoramiento in situ, que el extra pesado se queme abajo para crear un producto “aliviado” y sacar mayor porcentaje.

Con esto echa usted al “traste” la opinión del expresidente de Pdvsa Luis Giusti sobre la necesidad de entregar la faja del Orinoco al mejor postor, por ser una carga en cuanto a inversión a futuro
Bueno, si uno habla de la vieja Pdvsa, sobre todo en relación a la Faja (del Orinoco), todo ese discurso del pasado estaba muy mal, era un discurso para entregar el control a las trasnacionales y dejar con poca participación al Estado.

¿Qué iba a ocurrir? En la faja simplemente iban a sacar lo más barato y el pago sólo de un 10 por ciento. Argumentando que había que invertir mucha tecnología, claro para Giusti sonaba genial la idea de entregar la faja a una trasnacional, entregando tierras o parcelas a las asociaciones, prometiendo más y más áreas. }

Cero incentivo a la recuperación secundaria, sólo se trataba de decir “saca lo que puedas hasta que agotes el servicio, después se pueden negociar otras áreas”. Hasta con el nivel de reserva de la faja mintieron, atribuyéndole sólo un tercio de su capacidad, por ello decían a viva voz que la faja no servía, sobre todo cuando lo decía una trasnacional y la vieja Pdvsa.

¿Comparen ese viejo discurso con el nuevo? Aquí le decimos al mundo que podemos extraer petróleo pesado para convertirlo en mediano. Rentable, competitivo con el petróleo convencional.

¿Y la famosa frase de Luis Giusti de “maximizar el petróleo” también forma parte del pasado?
Con esa frase entra el problema de precios contra volúmenes, que la empresa produzca más y el precio no importa. Claro, a la vieja Pdvsa no le importaba el precio porque, de cualquier manera, ellos lo que querían era mantener su ganancia y que el Estado resolviera como pudiera. El precio no importaba, porque el precio menor, tal y como estructuraban las asociaciones, a menor precio cobraba menos el Estado y más la compañía. Una asociación muy “elástica” hacia abajo, en donde el Gobierno era el menos favorecido. El juego era mantener y atraer inversiones sin hacer mucho énfasis en los precios, gran negocio para una elite, y para las trasnacionales. Te repito precio contra volúmenes, beneficio para los inversionistas, ingresos bajos para el Estado, esa era la vieja Pdvsa, fundamento de bajas regalías e ingresos para la compañía.

Por cierto, en una ocasión Teodoro Petkoff me preguntó “oye Bernard ¿Cuándo vas a dejar de hablar de regalías? Yo le respondí: “Teodoro, cuando los inversionistas dejen de hablar de ganancias”. Es decir, nunca.

Usted califica a la vieja Pdvsa como una sociedad mercantil. ¿Es el calificativo de “Bastión del Socialismo Petrolero” la nueva definición de Pdvsa?
Claro, y la primera contribución es aumentar la renta petrolera para beneficio del pueblo, pero hay elementos que hay que poner en claro. Fíjate, la política petrolera como tal no es de derecha o de izquierda. Cualquier país sabe que los recursos que estén en su territorio pueden ser utilizados para beneficio de la población. Usted puede ser musulmán, cristiano, blanco, negro, amarillo, moreno, no importa. No hay poder en el mundo que menosprecie sus recursos, no hay diferencia. ¿Dónde se marca una diferencia? Una vez que el Estado cobre renta y que decida cómo la gasta. Porque en primera instancia el ingreso petrolero no tiene dueño, pero en el centro está el verdadero bienestar del pueblo.

¿Usted vivió de cerca la gestión de Luis Giusti?
Claro, fui testigo de su consigna antinacionalista de afirmar que “el petróleo no es nuestro” que tontamente pensaba usar como bandera electoral, ¡imagínate alguien que salga al ruedo electoral con semejante slogan! Totalmente risible, decir que el petróleo es global, global pero para algunos intereses. Giusti es una figura representativa de esa vieja Pdvsa, porque él era antinacionalista al extremo. Los tiempos nuevos son diferentes, la soberanía se defiende o se pierde, así de fácil.

¿Quiere decir que hubo un antes y un después para Pdvsa?
Para Pdvsa y para el presidente Chávez, el sabotaje petrolero y el posterior cambio de las riendas de la misma, define las dos etapas del gobierno: una que luchó para gobernar y otra donde comenzó a gobernar. Mientras no se acabara la vieja Pdvsa Chávez no iba a poder gobernar.

¿Y los mayores logros de la nueva Pdvsa?
Capacidad de mantener la producción, inserción del pueblo venezolano en la industria, antes se veía más gente “blanca” y ahora hay más presencia del factor criollo. Las fotos de los trenes ejecutivos de la vieja Pdvsa eran de personas blancas, compárenlos con los de ahora. Una política racista y clasista. La nueva Pdvsa no está construyendo cercas contra el pueblo. Más logros: defender nuestra soberanía de los embates de las trasnacionales y de los intereses imperialistas, y lo mejor aún se está invirtiendo en el pueblo, el pueblo se identifica con la nueva Pdvsa, ya no le es ajena.
yreinoso@minci.gob.ve

Volver

No hay comentarios: