La privativa de libertad de quienes cumplen condena en los centros de reclusión no debe significar que sean confinados a lugares en condiciones infrahumanas. Para revertir esa injusticia se propone el proyecto de edificación de espacios que sean esencialmente humanos y permitan a estos hombres y mujeres mirar un mundo nuevo
Caracas, 13.09.07.- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, instruyó este jueves a los ministros del Poder Popular para Interior y Justicia, Pedro Carreño; para la Economía Comunal; Pedro Morejón y para la Vivienda y el Hábitat, Ramón Carrizalez, a presentar un proyecto que permita la construcción y refacción de los centros de reclusión en el territorio nacional.
La instrucción la dio durante el lanzamiento de la Misión Che Guevara, que se efectuó este jueves en la sala Ríos Reyna del Complejo Cultural Teatro Teresa Carreño, al momento de entregar reconocimiento a una coordinadora municipal de Zamora, en el estado Aragua, de la Misión Vuelvan Caras y conocer el desarrollo y la participación activa de los reos del penal de Tocorón, ubicado en la entidad aragüeña.
“Las cárceles siguen siendo sitios horribles para los pobres, a veces se convierten en especie de campos de concentración, y aunque hayan (los reclusos) cometido delitos no deben estar en lugares con condiciones verdaderamente injustas”, fue la reflexión que hizo el jefe del Estado venezolano.
El mandatario venezolano señaló que así como el Gobierno Bolivariano inaugura centros de estudio —este próximo 16 de septiembre dejará inauguradas nuevas escuelas y liceos bolivarianos a propósito del inicio del año escolar 2007-2008—, o adelanta planes de creación de universidades y tecnológicos, o también hospitales de alta calidad, es necesario que se adelante con firmeza y decisión en la construcción de centros de reclusión, y en la refacción de los existentes.
En esa misma orientación deben ser construidos, a juicio del presidente Chávez, sitios fundamentalmente humanos para aquellos compatriotas que son privados de su libertad por haber infringido la ley, pero que no por eso deban vivir en lugares infrahumanos, pues considera que su encarcelamiento no debe implicar que sean alejados de su crecimiento espiritual.
No duda que las cárceles deben ser espacios para el aprendizaje y la reflexión para poder mirar a un mundo nuevo. Comentó que durante los dos años en que estuvo privado de libertad por participar en una rebelión militar, tuvo la oportunidad de aprender y crecer en muchos aspectos, pues su espíritu nunca estuvo oprimido ni preso. (PP.)
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