En los actuales momentos hablar de latifundio es cosa común para nuestra enorme y noble Latinoamérica, pero en el devenir de los tiempos y lo dinámica de nuestra sociedad los conceptos se van ampliando así como los escenarios, las ciudades fueron reproduciendo a los actores de los campos, latifundistas, campesinos, en latifundistas del concreto, inquilinos, damnificados, ocupantes y todo lo que represente la problemática de la vivienda en las áreas urbanas. Y así como en el campo, el acceso a la ciudad también fue tocada por las manos del capital, los campesinos venidos por la revolución industrial no tuvieron acceso a esas tierras también en manos del señor feudal y tuvieron que volcarse a zonas no apetecibles para ellos, quebradas, cerros y los lugareños no tuvieron mas remedios que sucumbir al “progreso” y entregarle casi regaladas sus viviendas, sus conucos al señor capitalista que vislumbraba un campo de golf, un lujoso complejo en las tierras de aquel ocupante primario que debía entregárselas por las buenas o por las malas. EXPROPIACIÒN…! Palabra ahora satanizada por la burguesía. Pero es que acaso ¿los burgueses no expropiaron a campesinos y gente humilde? Y a veces sin pago. Y todavía sigue ocurriendo, por ejemplo en Chacao, en La Castellana, con los pocos habitantes que quedan en el Pedregal asediados por los capitalistas por causa de sus modestas casas, en suculentos terrenos. Y así quedo la ciudad en manos de los terratenientes de siempre, y en complicidad de gobiernos burgueses se estableció el sacrosanto derecho a la propiedad privada arrancada a los ocupantes primarios, para así monopolizar la ciudad y poner a rodar la pelota de la especulación inmobiliaria, pues ellos son quienes controlan los precios del mercado. Ahora cuando los expropiados de las ciudades que tenemos que vivir rentado en los latifundios de concreto (edificios), muchos de estos edificios los cuales no pagan los impuestos correspondientes y de los cuales jamás su “propietario” ha invertido un centavo desde la época de su adquisición tienen a cientos y cientos de familias a su merced explotándolos, ejerciendo todo tipo de presiones y vejámenes sobre ellos, arrojándolos a la calle cuando son viejos para así volver a comenzar el ciclo de explotación con una nueva familia, algo así como el cuento del real y medio que nunca se pierde y siempre se tiene. Es por esto que solo por medio de la unidad, la clara visión y la conciencia de clases es que los inquilinos podremos dar el debate e imponer un alto ante todo este sistema esclavista que el capital y el imperio han querido que aceptemos como justo. Solo mediante la organización de la gente y el apoyo a la revolución podremos crear la conciencia de que somos ciudadanos con derechos y no podemos permitir que se especule con un derecho humano como la vivienda en manos de pocos y con carencia de muchos. Y que se vea el arrendamiento como un castigo eterno que puede durar toda la vida no dándole la oportunidad al inquilino de poder adquirir ese inmueble pagado ya 4 ó 5 veces a un precio razonable. Y cuando un gobierno metropolitano a petición de los inquilinos propuso un proyecto alternativo de justicia social como ocurrió con el Proyecto de “Dotación de Vivienda para las Familias que Habitan en Condición de Arrendamiento en el Área Metropolitana” se boicoteo y se satanizo, pues el señor feudal llámese administradora, corporación, consorcio inmobiliario, etc. tuvo que meter sus manos en todo, con el fin de seguir manteniendo su hegemonía, su negocio parasito e impidiendo que el pueblo sea reivindicado en lo que es justo. Y en cuanto a la tan consultado por todos y por nadie Reforma de la Ley de Arrendamientos Inmobiliarios llevada en segunda discusión por la Comisión de Administración y Servicios Públicos de la Asamblea Nacional y con la que los latifundistas urbanos dicen estar muy complacidos nos pone a reflexionar, pues los intereses de los capitalistas jamás podrán ser los mismos del pueblo. Por eso el sabio pueblo mira con desconfianza esas reformas, pues no queremos reformas sobre los entuertos de una ley hecha por el aristócrata Dr. Arcaya, que no se ajusta al proceso que vive nuestro país. Queremos una nueva ley socialista, construida por el pueblo que no siga avalando la explotación del hombre por el hombre. Queremos romper con el paradigma de llamar “la Cosa” al hogar de una familia. Por eso inquilinos de todo el país, uníos para defendernos de los voraces terratenientes urbanos, solo la solidaridad podrá defendernos de los crueles ataques armados en los desalojos, de la especulación inmobiliaria, del dueño que aumenta el canon de arrendamiento aun y cuando este congelado cobrando dinero por debajo la mesa sin entregar recibo, del dueño que desaloja al inquilinos cuando este sale a su trabajo, aun y cuando este solvente en los pagos, del dueño que quiere vender un apartamento viejo a un inquilino de 20 años a precios de una vivienda nueva y así miles de atropellos que escuchamos semanalmente en nuestras asambleas. Ya inquilinos de Carabobo y otros estados se están organizando siguiendo el ejemplo que Caracas dio. Y aunque actualmente no hemos podido adquirir ningún inmueble, hemos ganado saldo en organización, solidaridad, claridad y lo mas importante humanidad. En mi opinión personal mucho hemos ganado al perderle el miedo a la bota del dueño. Así es pues que inquilinos del interior del país formen su O.C.V. por edificio, por sector, por parroquias, y comiencen el debate, solidarícense con el vecino por que mañana puede ser usted y no piense que estar al día con el pago lo exonera de un desalojo. Solo el pueblo salva al pueblo…!
Lugar de reuniones en Caracas:
Red Metropolitana de Inquilinos
Universidad Bolivariana piso 9 días lunes 5:00 PM
Asesoria legal gratuita
Av. Casanova Calle Villaflor Centro Profesional del Este piso 12. Días miércoles
Elizabeth Santos
elisant32@gmail.com
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